Welcome

Bienvenido al burdel de las palabras,
dónde las más putas palabras
se desnudan para deleitar tus oidos,
excitar tus sentimientos
y empalmar tus emociones.

viernes, 23 de julio de 2010

Los gallos cantan a las 02:45

Toca un poco de desvarío mental...

Los gallos cantan a las 02:45


Los gallos cantan a las 02:45,

o por lo menos en Guadalajara,

no sé en Valencia o en Caracas.

Apostado como cada noche

en la ventana de la ficción,

por la cual se entra a mi habitación,

y de allí directo, a mi vida,

escucho, asombrado no,

si no anonadado,

como un lejano,

quizás cercano, gallo,

de los de cresta roja

y de espuelas enmierdadas,

de sus mismas descomidas,

cantan en febrero, al son del frío,

de los grillos (¿hay grillos en invierno? ¿no mueren de frío?)

y las humaredas de tabaco

que salen fluyendo sensualmente,

con cierta belleza caótica

de mis agrietados y mustios labios.

Yo me quedo asombrado, ahora sí,

hacia aquel insólito cacareo,

pues de risa casi me meo,

imaginándome al pobre jornalero

que se caga en la gallina que le ha incubado,

mientras sus vecinos acaudalados

se cagan, no en el pollo,

si no en la polla del padre

del pobre jornalero.

¿Qué culpa tienen el padre y la gallina?

No lo quiero imaginar.

Una calada más…

El pollo vuelve a cacarear,

quizás, quien sabe,

quiera fumar.

Asique a escondidas,

tramo un plan,

que no es por ser mío, pero es genial.

La cosa es convertirme en gavilán,

y echar a volar,

activar el radar

y localizar aquel apestoso corral.

Mierda, se me olvida el mechero.

Vuelvo a casa y volver a empezar.

Abróchense el cinturón, que aterrizamos.

Le invito a un pitillo… y me lo rechaza.

El gallo… no quería fumar…

Sino el acto matrimonial,

sin compromiso, consumar.







No hay comentarios:

Publicar un comentario