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Bienvenido al burdel de las palabras,
dónde las más putas palabras
se desnudan para deleitar tus oidos,
excitar tus sentimientos
y empalmar tus emociones.

sábado, 13 de febrero de 2016

Despedida

Que ya no volveré a llegar.
Porque no duermo, ya no descanso;
he perdido mis sueños.

Que ya no soporto este derroche
de mentiras y paranoias;
ya no aguanto la incapacidad
de separar lo real de lo virtual.

Y es que desde hace un tiempo
estoy podrido, estoy más que muerto,
y de mi cientos de alimañas
se alimentan de mi cuerpo;

porque era mentira mi cuento,
porque ya nadie traga, ya nadie escucha
aquellos tristes argumentos.
Sólo ya espero a que se vacíe la hucha.

No lo sabéis, pero vosotros que ya si:
abandonasteis y callasteis.
Cosa que nunca, nunca, dejo de hacer mi cabeza
Nunca. Mira si es puta.

Lo he intentado, pero no llego.
Porque no duermo, ya no descanso;
He perdido mis sueños.

Lo noto. Lejano. Insensible. Imperceptible.
Que solo queda pellejo,
en ese animal allí postrado,
que algunos dicen, "no era tan viejo,

no era tan pobre, ni siquiera tan feo."
No es cuestión de cuestiones,
es razón de sin razones,
donde ya ni tan siquiera quedan explicaciones.

Porque no las busco, ya que no
entiendo cuál es el sentido
de abandonar en la basura
todo lo que he vivido.

Y como no entiendo, no apruebo.
Y entonces me reprueban,
y en mi casa ya no puedo
ni esconderme en mi cueva...

Ya ni lo intento, porque se que no llego.
Porque no duermo, ya no descanso;
He perdido mis sueños.

No puedo disimular, que me da asco
vuestra alegría. Que me causa desidia
ver vuestros progresos, vuestro día a día.
No me gusta la carne, ni el progreso.

Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento.
Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento.
Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento.
Lo siento. Lo siento. Lo siento. Lo siento.

Intenté seguir vuestro curso, intenté
comprender vuestra forma de comprender;
mil formas me inventé
para no gritar, para no golpear una nevera;

porque la cabeza a veces me hace eso,
si no lo entiende, se pierde. Pum.
Más me duele a mí,
el pensar en todo esto.

Que si sigo aquí, no es por nada;
tengo formado mi pretexto.
Solo no encuentro la forma de decir...
Que sea suave... Que no sea alarmante.

No voy a llegar nunca a ningún lugar.
Porque ya no duermo, ya no descanso.
Que yo he perdido mis sueños,

y no aguanto veros al resto soñar.
Me quedo con mi veneno,
que me hunda con unos versos,
al ritmo de vientos y timbales.

No menos se merece un muerto.
Solo espero la forma de despegarme de la gente
Solo entonces, estaré listo,
para volver a encontrarme con mi sueño...

Solo busco mi despedida,
algo justo y gratificante,
Para no dejar vacío
Donde no había nada.

Para que quizás mañana
Puedas a tu hijo cantarle
Aquella nana sobre ese hombre
Que quiso pero no pudo

Seguir viviendo
Mientras el mismo
Ataba la soga
A aquella rama a 2,60

Ya no llego.
Porque ya no duermo, ya no descanso.
He perdido. Solo busco la manera de escribir adiós.

3 comentarios:

  1. ¿Y si no fuera necesario decir adiós?
    ¿Y si la gente no lo necesita?
    Quizás es obsesión suya,
    quizás es su necesidad.
    "A ellos no les importa,
    salta y ya está".
    Siempre está ella,
    sabia y coqueta para aconsejarle,
    para en todo caso empujarle
    hacia ese agujero.
    Espero que algún día nos odiéis
    un poquito menos.
    No es culpa nuestra el no saber
    que si no respiras...

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  2. Quizás el descanso... Al igual que los sueños, no están hechos para todos.

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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