Jamás pensé, que lo que me mantuvo con vida,
fuese ahora lo que me empuja hacia el precipicio.
Que estupidez, la medicina actual,
en la que (intentan) curar la infelicidad
y el recuerdo con pastillas.
¡Qué tontería!
Simplemente necesito olvidarla.
O recuperarla...
Morir.
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