Que mi pena te tiene
manía,
y es que dice,
que desde que eres mía
es más difícil hacerme sucumbir.
Que cada semana muero
y renazco entre tus brazos
cuando te veo.
Se me hace tan difícil
decir lo que siento
que tiemblo, cada vez
que lo intento.
Los intentos son fútiles
a causa del nerviosismo,
y es que hace mucho tiempo
que no notaba este sentimiento.
Se me hace difícil,
porque no recuerdo
cómo era la vida, que contigo
estoy volviendo a saber
lo que es vivir, de otra manera
y anhelando un futuro que puedo ver
con más porvenir, seguro que más feliz.
No es tan difícil darte un beso.
Es difícil decir lo que dice
tu labio de abajo a
mi lengua
cuando le visita.
No quisiera decirte adiós,
sé que no te gustan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario