Apenas llegan las 11 de la noche,
y yerto en una silla
observo la negrura de la oscuridad
de la noche en la ciudad.
Intento y no puedo
escribir mis sentimientos,
y lo único que del negro bolígrafo sale,
son lágrimas, llantos y lamentaciones,
de lo que pude ser, de lo que quiero ser,
y sin duda, nunca seré.
No será por medios, ni ganas, ni ánimos, ni apoyo, ni oportunidades.
¿Por qué es?
Retumba cada noche
en la conciencia,
de aquel que jamás supo pensar,
y responde sinceramente,
con un verdadero silencio.
Traducido:
no lo sé.
Siempre fue distinto,
nunca comprendió las normas,
nunca entendí la vida.
Tenía pies, manos, ojos, cabeza, cuerpo.
Pero más de una vez,
me llegué a cuestionar,
si poseía en aquella cabeza,
un mínimo de conciencia,
ya que me sobra inteligencia,
y en ese inútil cuerpo,
¿por qué cosa han sustituido el corazón?
Un pedazo de piedra debe ser,
y en qué cofre pirata,
de qué barco maligno,
lo han escondido,
en qué profundo agujero,
de qué isla secreta,
como lugar maligno han elegido,
para enterrar que miembro mío,
que del torso ha desaparecido.
Luché, luchaba, lucho y lucharé
para recobrar, todo aquello
de que de vosotros he perdido,
y aunque me cueste la vida,
os demostraré,
en contra de lo que decís,
todo, lo que siento por vosotros.
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ResponderEliminarEsta es preciosa, creo que es la mejor que te he leido hasta ahora.
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