con la que se desnudan los árboles,
con la que pierden la vergüenza.
Se desnudan con lentitud,
con parsimonia, con tranquilidad.
Con una sensualidad aterradora.
Cuando están con su otoño,
se olvidan completamente
de que estamos nosotros,
que los observamos desde abajo,
que nos tiran encima sus ropajes.
Se desnudan los árboles,
cuando llega el otoño,
después de un año sin saber
dónde ostias se mete el susodicho,
y los árboles inocentes
vuelven a desnudarse para el,
soñando con que ya no se irá,
con que se quedará para siempre.
"El otoño se quedará para siempre..."
Ilusos los árboles que piensan así.
Se vuelve a largar, año tras año,
dejándo un gran frío vacío,
a los árboles desnudos,
y nosotros soportando sus lamentaciones.

deja la escuela y ponte a vender libros ya :D
ResponderEliminarOjalá...
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